Monte San Lorenzo

2.271 metros de altitud, conquistado por la cara norte de manera directa.

Entrenar, disfrutar, mente y cuerpo en situaciones complicadillas.

Ese era el objetivo de este gran día.

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"A pesar de haberlo  subido en innumerables ocasiones y por diferentes rutas, en bici, con esquís, corriendo, en verano con mi hija… hoy quería probar la directa a la cima desde la hoya del San Lorenzo.

Tempranito con -5 grados comenzaba a subir por las pistas todavía sin abrir. Pronto tenia que ponerme los crampones porque la nieve estaba bastante dura, pero en buenas condiciones al principio.

En poco tiempo dejo atrás las pistas de esquí, y me meto de lleno en la hoya desde donde salen todas las vías de ascenso al monte.
Podría subir por los tubos de la derecha y despues por la cara oeste hasta la cima, pero mi objetivo era subir directo.




A lo lejos y a media ladera veo gente parada y noto que algo cae. En un principio creo que es una mochila, que ha patinado unos 20 metros por la pendiente, pero al ver que los de arriba bajaban, me doy cuenta que no era una mochila sino una persona.

Acelero el paso y me planto junto a ellos para darme cuenta que no ha sido nada grabe. Unos crampones mas ajustados, un traspié, y para abajo. Algún rasguño con un poco de de sangre por el patinazo, pero nada serio. Para estos tres se termino la aventura, pero para mi empezaba.

Ellos me advierten de la tremenda pendiente y de lo helada que esta la nieve, así que saco el otro piolet, y me armo de valor y ganas.


 

Sin duda, la pendiente cada momento se hacia mas dura, pero yo disfrutaba y me concentraba en clavar bien tanto los pilots como los crampones para no tener ni el mas mínimo error que me pudiera hacer caer.

Según iba  subiendo, aumentaba mi preocupación a mismo tiempo que mi emoción, pero no por el desnivel, sino por las tremendas cornisas que se me plantaban justo en frente, por donde tenia que salir a la zona cimera.




¡¡Joder!! El viento sur de estos últimos días había acumulado cerca de 2 metros de cornisa muy difícil de pasar, así que despues de tragar saliva un par de veces, lo afronte de la mejor de las maneras.

Una pequeña travesía de derecha a izquierda para buscar el resalte menos alto y así poder llegar arriba.
En esta travesía me ponía por encima de una zona de rocas y además bastante mas vertical y dura, así que todo mi esfuerzo se centraba en no patinar justo allí.




Los piolets clavados hasta el fondo, incluido gran parte del brazo buscando nieve dura para asegurarme bien. Con los pies lo mismo. Una buena buceada por la cornisa tirando nieve y abriéndome paso buscando esos agrarres fiables, y con dos huevos para arriba.

Ultimo tramo ya de pie hasta la cima y a disfrutar de las impresionantes vistas. Gozada total.




En el descenso me paro justo en la zona por donde yo salí, y animo a un chaval que subía por la misma huella que había abierto yo poco antes. Por detrás venia mas gente.

Mas abajo, en uno de los tubos, alguien me reclama pidiéndome una cuerda porque tres chicas estaban en apuros a 30 metros de la zona segura. Cuando llego veo que solo van con un piolet y un bastón, y creo que con muy poca experiencia y mucha desconfianza.

Esperando a ver si progresaban o que, veo que una de ellas se cae, patinando sin parar hasta el fondo de la hoya. Su compañera comienza a destrepar y por suerte, parece que no le ha pasado nada a ninguna de ellas, o por lo menos esa es la impresión que daba.
Si es cierto que estuvo un rato sin moverse. Los compañeros suyos que ya estaban arriba conmigo, no se preocupan ni lo mas mínimo y siguen para la cima.

Yo flipo un rato por la situación, espero a ver si están bien desde lo lejos, pero al final viendo que están las dos juntas y aparentemente bien, me bajo, pero con la preocupación y el mal sabor de boca por no haber podido hacer nada. Meterme por el tubo cuesta abajo hubiera sido una temeridad.




La bajada por las pistas, gozándola. Corriendo con los crampones con las miradas atónitas de los esquiadores ja, ja, ja.

El dia casi perfecto si no hubiera sido por el pequeño percance de las chicas.




Esta muy claro que a cualquiera le puede ocurrir, pero yo creo que antes de meterse en un monte, debes de saber muy bien donde te metes, llevar material necesario para salir bien, incluso sabiendo seguro que no lo vas a utilizar, y sobre todo utilizar mucho la cabeza.
Si se ve mal por el motivo que sea, lo mejor es no meterse, o en un momento dado, darse la vuelta si puedes

Igual mañana me pasa a mí, pero con ese riego también jugamos cuando nos metemos en la montaña.

A pesar de esto, me encanta el monte de la forma que sea y seguiré disfrutando de el siempre que pueda."

Finalizamos este artículo con un video ilustrativo: "Subida a San Lorenzo (La Rioja) por el camino a la Cruz de la demanda, cogiendo el desvío a Colocobia, en cuya base esta la estación de Valdezcaray".