UTMB 2013

Últimos entrenamientos de cara a la Ultra Trail más emblemática del mundo.

42195.es en el techo de la península ibérica: el Mulhacén.

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La UTMB 2013 que será el próximo día 30 de Agosto, creo que nos esta dejando a todos, cansancio acumulado, y una presión sobreañadida. Muchas horas y días de entrenamientos duros, sueño, hambre, y lo peor, quitando muchas horas a la familia. 

Yo con la idea de compaginar entrenamientos y familia, en muchos casos algo difícil, los días del 26 al 29 de Julio, me acerque a uno de los pueblos mas bonitos y a su vez mas altos de España, en la alpujarra granadina, Trevelez.

Sierra nevada con sus cimas y su majestuoso Mulacen de 3490m era el sitio perfecto para estos últimos entrenamientos, y recuperar un poco esa motivación que debido a tantísimo esfuerzo y sacrificio, en los dos últimos meses, había perdido casi por completo, hasta el punto de no tener ganas de hacer la tan ansiada UTMB 2013.

Trevelez situado a 1550 metros sobre el nivel del mar, es el lugar perfecto. Mucha altura, buen tiempo, mucha montaña y no demasiado calor. 

Los días han ido pasando con entrenamientos de todo tipo, pero los días 28 y 29 de julio, han sido redondos.

EL día 28, salí a las 6 de la mañana con casi una hora de frontal para hacer un buen entrenamiento, y si era posible, subir al Mulacen.

Primer tramo de subida hasta los 3000m de altura en las 7 lagunas, en un tiempo de 2 horas cuando lo estimado es entre 4 y 5 horas. De allí al Mulacen solo 4 kilómetros que yo no encontré. Me perdí no se muy bien por donde ni porque, pero me ayudo a conocer otra zona y a hacer mas kilómetros de los esperado. Sin mas, buen día de entreno. 

El día siguiente, día 29 y con el fin de conciliar familia y entrenamiento, la idea fue subir hasta el mismo punto, las 7 lagunas a 3000m de altura con un desnivel de casi 2000 metros desde Trevelez y con 11 kilómetros de distancia, con mis chicas Kontxi y Aiyana.

De nuevo madrugon y pateada por un terreno muy empinado y nada fácil. Muchas piedras y senderos complicados sobre todo al final, remontando cascadas y pedreras muy difíciles por el desnivel.

Tras poco más de 4 horas llegamos al punto buscado, pero simple con la idea de llegar a la cima de la península, el Mulacen. Tras pensarlo detenidamente, decidimos que no era el día ni el momento para que Aiyana con sus 11 añitos recién cumplidos, afrontara otros casi 4 kilómetros y 2 horas más de ascenso en el mismo día, teniendo en cuenta que nos quedaban más de 10 kilómetros de difícil bajada.

Con mucha pena, sobretodo por parte de la pequeña pero grandísima protagonista, empiezo a subir yo para arriba siempre con la atenta mirada de mis chicas que van viendo mi progresión por la arista de acceso a la cumbre.

Quiero hacerlo lo antes posible para bajar con ellas. Me parece un descenso complicado y aunque se que lo hacen bien, no quiero que lo hagan solas. A pesar de dejarlas en un lugar de ensueño, con lagos, cascadas y pastos verdes, se quedan a 3000 metros de altura y aunque hace muy muy bueno, la temperatura creo que no supera los 12 grados.

Desde las 7 lagunas hasta la cima, son casi 4 kilómetros que la gente suele tardar cerca de las 2 horas por el gran desnivel que tiene. Yo no quiero tardar tanto, así que empiezo a correr y me sorprendo cuando llego a lo más alto del Mulacen en tan solo 45 minutos. La gente de la cima flipaba al verme correr desde lejos jajaja. Paso un poco de vergüenza cuando adelanto a alguno que sufría en los últimos metros, y me atrevo a animarles en esos últimos pasos.

Fotos, imágenes, recuerdos, pensamientos, felicidad, pero al fondo, allá a lo lejos, debajo de la cima, entre esas siete lagunas, intuyo que están esperándome, así que echo un trago, y corriendo para abajo, ante la mirada atónita de los que allí estaban.

Aunque con mucho cuidado, bajo todo lo rápido que puedo por pedreras muy empinadas, algún tramo por los todavía tramos de nieve, y lajas de pizarra típica de esta zona, y me planto junto a ellas en poco mas de 20 minutos. Me siento muy bien, fuerte y con esa motivación casi perdida, ahora recuperada y con las mismas ganas de hacer montaña que siempre he tenido.

Como un poco, charlamos, sacamos fotos y comenzamos el descenso que para mi se convierte en un pequeño calvario.

No soy capaz de seguir el ritmo que ponen mis dos acompañantes. ¡¡Joder!!, y ¿yo quiero ir al Mont Blanc? Enseguida lo entiendo. Llevo dos días muy duros y la subida al Mulacen que he hecho muy rápido, me ha desgastado bastante. De cualquier forma, intento seguir su ritmo alucinando con mi hija que no se cansa y parece que disfruta bajando a toda pastilla.

Al final salio un precioso día de montaña en familia de casi 10 horas de duración, cerca de 2500 m de desnivel positivo y mucha mucha ilusión de nuevo por plantarme en Chamonix junto con todos mis compañeros de 42195.es a los cuales intentare seguir y acompañar desde el principio hasta el fin.